Te quitas las pulseras, las gomas, los disfraces que se han convertido en tu ropa de diario.
Y ves relieves. Marquitas blancas.
Pasas la yema de tu dedo índice por ellas. Y recuerdas el momento de muchas de ellas. La razón usada para llevar eso a cabo.
Y depende.
A veces te dará asco, porque sabes que cualquiera que vea ello....algo extraño. Va a preguntar. Le va a dar cosa. En fin.
Otras, vergüenza. Por pensar que tenías todo bajo control y ya viste que no era así. Que lo que empezó con un 'Sólo este', acabó con un 'Más hondo, joder'. Buscando como una loca la puta vena. Pensando 'SECCIONA JODER. CÓRTALA.'
Alguna que otra, desearás volver a esa época. Donde podías desahogarte en nada. Donde luego pagabas tu arrepentimiento con dolor. Escozor. Gusto, incluso.
Esa tranquilidad que embargaba tu cuerpo al ver caer las gotas rojas. Ya fuera en el agua, viendo cómo hacía figuras de tremenda belleza... o en el suelo. En su precipitada caída para suicidarse en un último choque.
Esa somnolencia que te entraba.... paz.
Y otras pensarás que ya está más que superado.
Todas las situaciones imaginables son caras de esa misma moneda.
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