Tengo una idea en mi cabeza...que no deja de rondar por allí.
Estoy en un punto, de nuevo, en el cuál sólo quiero llorar y sólo pienso que molesto. Sí, de nuevo. Puto panorama que me monto yo. Y aunque podréis pensar que sólo me lo monto yo porque yo quiero, no me expensa del dolor.
De aguantarme las ganas de coger un cúter y empezar con la faena de nuevo. En una competición conmigo misma por superar la longitud y la anchura de los cortes anteriores.
Aunque extrañas la sensación de notar la sangre gotear por las yemas de tus dedos... el dolor tan agudo que produce....que te aísla de lo demás y que provoca ese sentimiento de culpa y placer simultáneo.
Competir por acabar. Por demostrarme que soy valiente. Por saciar las ganas de redimirme.
Y a quién le voy todos los días con el cuento. Cómo cojones explico que esto no es un bajón de un día, o una vez al mes o tal....no. Esto es diario. Longevo. Especial.
No me gusta. No disfruto con ello.
Pero es mi panorama.
Y aunque aún no sepa cómo acabarlo, seré dueña y maestra del final.
No sé en qué momento me dejé de respetar tanto. Cuándo empecé a dejarme pisar.
Algo que pensé, nunca llegaría a permitir. Que no dejaría que nadie me mandara y mirara por encima del hombro.
Y me encuentro...permitiendo todo esto.
Aguantando ese fracaso interno diario. Y qué explico. Que quiero llorar. Que no quiero salir de mi cama. Que no necesito comer. Que lo único necesario en estos días es encerrarme en mi cama, sola, con pañuelos de papel, recordando miles de cosas, hundiéndome y alejándome de todos. Creyendo....introduciendo más aún de lo que ya está, la sensación de que estoy sola. De que no tengo nadie al cuál agarrarme.
Y me veo caer.
Si tienes a un monguer al que agarrarte preciosa ;)
ResponderEliminarPor cuánto tiempo..
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