No.

Y no sé cómo explicar.
Que te ahogas sola. En un mar creado por tu propia mente. Por esos pensamientos que únicamente buscan hacerte daño.
Porque una piedra crea el terremoto.
Y todo te afecta. Y todo te hunde. Y todo te arrasa.
Y sólo piensas en huir. En llorar. En morirte.
La pena crece.
Al igual que tú misma te das asco. Te das vergüenza.... porque no sabes expresar qué te pasa. Porque ni siquiera eres capaz de ponerle palabras a eso.
Porque....es un nudo.
Que se te ata. Que no permite que seas feliz. Y a la vez que tú intentas desatarlo, tú misma te estás intentando ahogar.
Quieres acabar con todo.
Pensando que al final, habrá algo mejor. No quieres matarte. No. Lo único que quieres es dejar de sentirte así.
De pensar que eres la persona más reemplazable del mundo. Que todos tienes millones de mejores opciones.
Que....dios.
Estoy cansada de poder soltar sólo esto llorando. Y no, no se va en un día. No. Es un contínuo. Un fluir de fallos.
Semejante a una rueda. Hasta que no me aplaste, no parará.